Estudiantes y maestros universitarios.

Si bien es cierto la universidad no es otra cosa que “la academia” donde gente mayor o con criterio formado asisten a ella; el papel de los maestro es solo ser la guía para que los alumnos se desempeñen de una mejor manera, pero la realidad es otra, la enseñanza no es mala lo que pesa es la poca conciencia de nosotros los estudiantes que buscamos un solo objetivo, la nota, no todos son iguales, hay que rescatar a los que realmente se preocupan por que el alumno aprenda; actualmente son pocos.

El viejo adagio reza que “no hay un gran alumno sin estar detrás un gran maestro”, pero ¿Qué pasa cuando a los grandes maestros son pocos los alumnos que siguen?, ¿Qué ocurre cuando los mismos estudiantes tapan los malos actos de “los buenos maestros” y se volcán en contra de los realmente buenos?.

Muchas veces las cosas se manejan por conveniencia y se sacan a los buenos dejando los no tan buenos, la tarea es de los estudiantes, el bienestar es para nosotros, somos los únicos beneficiarios de los grandes maestros de nuestras universidades, tal vez una voz no sea muy fuerte y no se logre escuchar pero muchas voces si, la tarea está en nuestras manos, somos nosotros los que debemos exigir a los maestros y hacer de los malos buenos y de los buenos excelentes.